Uno de los sensores muy útiles en aplicaciones relacionadas con la seguridad son los detectores de humo y gas. Casi todas las oficinas e industrias están equipadas con varios detectores de humo, que detectan cualquier humo (debido al fuego) y hacen sonar una alarma.
Los sensores de gas son más comunes en laboratorios, cocinas a gran escala e industrias. Pueden detectar diferentes gases como GLP, Propano, Butano, Metano (CH4), etc.
Tipos de detectores de humo
Hay varios tipos de detectores de humo disponibles, cada uno con su propio método para detectar humo y alertar a los ocupantes de un posible incendio. Los tipos más comunes de detectores de humo incluyen:
- Detectores de humo por ionización
- Detectores de monóxido de carbono (CO)
- Detectores de humo por muestreo de aire
- Detectores de humo fotoeléctricos
- Detectores de humo de doble sensor
Los detectores de humo pueden tener diferentes diseños, como que funcionen con baterías, cableados (conectados al sistema eléctrico de un edificio) o interconectados (conectados de forma inalámbrica o mediante cableado a otros detectores dentro de un edificio).
Es fundamental seguir las normas locales y las instrucciones del fabricante al instalar y mantener los detectores de humo para garantizar el funcionamiento y la seguridad adecuados.