Un sensor fotoeléctrico consta principalmente de un emisor para emitir luz y un receptor para recibir luz. Cuando la luz emitida es interrumpida o reflejada por el objeto sensor, cambia la cantidad de luz que llega al receptor. El Receptor detecta este cambio y lo convierte en una salida eléctrica.
La fuente de luz de la mayoría de los sensores fotoeléctricos es luz infrarroja o visible (generalmente roja o verde/azul para identificar colores). Los sensores fotoeléctricos se clasifican como se muestra en la siguiente figura.
Tipos de sensores fotoeléctricos
Sensores de barrera
El emisor y el receptor se instalan uno frente al otro para permitir que la luz del emisor ingrese al receptor.
Sensores retrorreflectantes
El emisor y el receptor están instalados en la misma carcasa y la luz del emisor normalmente se refleja hacia el receptor mediante un reflector instalado en el lado opuesto.
Sensores de reflexión difuso
El emisor y el receptor están instalados en la misma carcasa y la luz normalmente no regresa al receptor.
Características de los sensores fotoeléctricos
1. Larga distancia de detección
Un sensor de barrera, por ejemplo, puede detectar objetos a más de 10 m de distancia. Esto es imposible con métodos de detección magnéticos, ultrasónicos u otros.
2. Prácticamente no hay restricciones para los objetos detectados
Estos sensores funcionan según el principio de que un objeto interrumpe o refleja la luz, por lo que no se limitan, como los sensores de proximidad, a detectar objetos metálicos. Esto significa que pueden usarse para detectar prácticamente cualquier objeto, incluidos vidrio, plástico, madera y líquido.
3. Tiempo de respuesta rápido
El tiempo de respuesta es extremadamente rápido porque la luz viaja a alta velocidad y el sensor no realiza operaciones mecánicas porque todos los circuitos están compuestos por componentes electrónicos.
4. Alta resolución
La increíblemente alta resolución lograda con estos sensores se deriva de tecnologías de diseño avanzadas que produjeron un haz puntual muy pequeño y un sistema óptico único para recibir luz. Estos avances permiten detectar objetos muy pequeños, así como una detección precisa de su posición.
5. Detección sin contacto
Hay pocas posibilidades de dañar los objetos detectados o los sensores porque los objetos pueden detectarse sin contacto físico. Esto garantiza años de servicio del sensor.
6. Identificación de colores
La velocidad a la que un objeto refleja o absorbe la luz depende tanto de la longitud de onda de la luz emitida como del color del objeto. Esta propiedad se puede utilizar para detectar colores.
7. Fácil ajuste
Colocar el haz sobre un objeto es sencillo con modelos que emiten luz visible porque el haz es visible.